Vivo a siete horas y media en avión de Madrid, ciudad en la que viven muchos de mis amigos y la mayor parte de mi familia. Y son muchas las ocasiones en las que echo de menos mi casa y mi gente.
No se dónde trabajarán ni vivirán mis hijos, pero cuando lo pienso, no consigo despegarme de la sensación de que este mundo tan diverso nuestro, es cada vez mas pequeño.